En nuestro país Guatemala, la política es una mezcla de populismo y mediocridad que todos consentimos y avalamos, en este pequeño país existen candidatos a la presidencia que han estado en puestos importantes en las finanzas y que aún no distinguen una fuente de financiamiento de otra, analistas que critican o discuten un anuncio político en lugar de discutir propuestas concretas de los planes de gobierno de los partidos políticos, los cuales aún no tienen un gabinete ni siquiera en mente, esperan ganar para repartir el botín, con lo cual lo único que está seguro es el fracaso.
En un escenario en donde los políticos se atacan entre sí sin pensar en los mensajes que pronuncian, porque no solo atacan a la competencia sino que se atacan ellos mismos, es tan repugnante como ver animales de la misma especie como se comen, los unos a otros de forma pública, ya sea por ganar unos puntos en la encuesta o por tratar de preservar lo poco que tienen.
Un modelo caduco de democracia representativa solo en teoría, considerando que los partidos políticos no cuentan con un número de afiliados superior a los 100,000, en padrón de más de 7,000,000 es realmente increíble; en el cual los diputados se cambian de camiseta como de ropa interior (eso espero), partidos políticos sin ideología clara ni brújula para saber a dónde van y menos a dónde nos llevan es lo que los caracteriza, es una singular colección de animales políticos que realmente da pena y preocupación a la vez, considerando que ellos son los personajes que decidirán el destino de nuestro país y de nuestras vidas y economías; no sé si ustedes sienten lo mismo que yo, pero es necesario decir que el panorama no se ve muy halagador bajo ningún punto de vista, una crisis económica en Estados Unidos y Europa, una economía frágil como la nuestra en donde no se puede comprar con el salario mínimo la canasta básica, políticos entablados en riñas que solo pueden ser comparadas con los pleitos de borrachos en cantina peleando por tonterías, se imaginan lo que nos espera…
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