Mi eterno
romance con la taza de café por la mañana, casi siempre es lo primero que busco
a la hora de levantarme, sea día laboral o no, disfruto los fines de semana, lo preparo en la casa, a eso de las 6:00 a.m., por no sé que causa me encuentro
de pie y frente a la cafetera midiendo la cantidad de café molido…
Pensando en
una nueva tarea o trabajo, o simplemente en qué libro tocará para el día o la
semana, siempre puedo disfrutar esa humeante taza de gusto junto a una buena
lectura o una charla que siempre contiene algo de filosofía, barata o profunda
pero siempre reconfortante y muy placentera, es uno de esos pequeños vicios que
aún tengo a pesar del tiempo, puede ser solo, acompañado, en silencio, con
música o con el cantar de los pájaros…
Realmente es
un pequeño gusto en medio de un alocado mundo que conforme el tiempo pasa uno
se vuelve más lento y que la vida es mas vertiginosa… Como decía Einstein, todo
es relativo… será que los tiempos modernos son mas rápidos o uno se vuelve mas
pausado… que piensan ustedes…
La reflexión, la serenidad, son virtudes. Por cierto, tu blog me inspira tranquilidad. Me gusta.
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